Conforme se desarrolla la tecnología de los autos autónomos, aparecen nuevos conceptos de habitáculo que, prácticamente, convierten a estos vehículos en salones móviles.
Asientos giratorios, películas proyectadas en el parabrisas y redes sociales en la ventanas son algunas de las propuestas de los desarrolladores que, sin duda, plantean un rediseño en el habitáculo.
Si los volantes ya no van a ser necesarios, ¿cuál será la mejor manera de configurar las posiciones de los asientos? ¿Qué se deberá hacer con el espacio que ocupa el tablero?, considerando que los vehículos autónomos se encargarán de todas las tareas de conducción y hasta ‘decidirán’ cuándo necesitan mantenimiento.
Estos son los desafíos que tiene la industria automotriz y las escuelas que formarán a la siguiente generación de diseñadores de autos.
Por ejemplo, en el ArtCenter College of Design de Los Ángeles, una reconocida escuela de diseño automotriz, 14 alumnos crearon nuevos conceptos para el interior de los vehículos del futuro, cuyos pasajeros ya no estarán dedicados a la conducción.
Las propuestas fueron extremadamente variadas y las revisaron ejecutivos de BMW, de la firma de sistemas electrónicos Nvidia y de Watson, la división de inteligencia artificial de IBM.
En uno de los prototipos, las redes sociales se desplegaban en las ventanas y en un techo de vidrio. Esto crea lo que se conoce como proyección de realidad aumentada, la cual proporciona información contextual tanto de los elementos relevantes por donde está circulando el vehículo como de los próximos eventos.
Cuando el auto pase por un restaurante, se desplegarán reseñas del local y sobre el edificio aparecerá la opción para hacer una reservación en línea.
Se integrarán videojuegos al entorno por donde esté circulando el auto. Los jugadores podrán disparar con “armas” hacia los edificios y después, por medio de una proyección en el vidrio, ver cómo la estructura se incendia con llamas digitales.
Otro grupo concibió el interior de un vehículo como un entorno que cambia de forma constante, por medio de diferentes tipos de iluminación y temperaturas que se ajustan a los estados de ánimo y deseos por los que va pasando cada pasajero; un análisis de detección de estados psicológicos y emocionales determina esas características.
Una tercera propuesta contemplaba el uso de realidad virtual y asientos con sensor de movimientos que le darán a los pasajeros la sensación de estar conduciendo un auto deportivo, cuando simplemente están sobre un vehículo autónomo sin mayor gracia.
Y aunque estas ideas parecen utópicas, hay que tener en cuenta que sus creadores (los estudiantes del ArtCenter) han diseñado autos como el BMW i3 y el Model S de Tesla, y van un paso más allá de lo que están desarrollando los fabricantes de los vehículos y sus proveedores, quienes deben considerar los costos, la reputación de la marca y la aceptación en el consumidor.
Panasonic es una de esas empresas, y está considerando ideas como alterar la iluminación interna de los vehículos según el estado anímico de los pasajeros o permitir que los niños pasajeros inicien una búsqueda para encontrar el lugar de estacionamiento disponible que esté más cercano.
Como los estudiantes de ArtCenter, Panasonic también quiere que haya información adicional o publicidad en una superposición gráfica en el parabrisas. La empresa se rehusó a hacer comentarios sobre la cantidad de dinero que está invirtiendo en la investigación de los interiores de los vehículos, pero señaló que era “sustancial”.
BMW está experimentando con mantener los instrumentos a una altura baja. Cuando sea necesario, el “chofer” o la persona responsable interactuará con los controles por medio de una proyección holográfica que aparecerá en el espacio que se encuentra al nivel de los ojos, con lo cual no habrá necesidad de quitar la mirada del camino mientras se ajusta la temperatura o se cambian las estaciones de radio.
Para confirmar que se registró una orden, el conductor recibirá una respuesta táctil que se transmitirá en el espacio, pero, aunque sienta que está tocando el botón de un teléfono Android, el usuario no tocará nada físicamente.
Cuando el vehículo esté en modo completamente autónomo, el parabrisas se podrá convertir en un monitor de pantalla ancha que permitirá a los pasajeros ver películas. Los asientos serán como los de una sala de cine y vibrarán en sincronía con los efectos de sonido.
Los parlantes empotrados en cada asiento también incluirán tecnología de cancelación de ruido para que solo la persona que esté viendo la pantalla pueda escuchar la banda sonora, música o una llamada en progreso. Cuando el conductor tenga que tomar el control del vehículo, los pasajeros de los asientos traseros podrán entretenerse con una pantalla grande que bajará del techo.
En un vehículo autónomo, “podemos esconder la tecnología y solo verla cuando sea necesario”, afirmó Holger Hampf, director encargado de la experiencia del usuario de BMW. Hay una cosa que las automotoras no han concebido: asientos giratorios que vean hacia atrás. “Voltear los asientos puede producir mareos”, afirmó Hampf.
Panasonic y BMW no son las únicas empresas que están desarrollando el futuro de los interiores de los automóviles. Valeo, un proveedor de autopartes con base en Francia que trabaja para General Motors y otras empresas, tiene 14 000 ingenieros trabajando en proyectos para vehículos del futuro.
Está contratando gente para trabajar en la visibilidad, la comodidad y la conducción de los vehículos, y cuenta con grupos de sistemas térmicos para volver a concebir los interiores. Solo el año pasado, Valeo gastó 1.6 mil millones de euros, unos 1.75 mil millones de dólares, para realizar la investigación y el desarrollo.
La empresa quiere utilizar luces para alertar y afectar a los pasajeros: una luz naranja brillante del lado derecho del vehículo mostrará un peligro cercano, mientras que una luz azul se combinará con el aire acondicionado para que el interior se sienta más fresco.
Con la inteligencia artificial, el auto aprenderá las preferencias de sus pasajeros en términos de idiomas, clima y entretenimiento, para luego modificarse a sí mismo, dijo Guillaume Devauchelle, vicepresidente de innovación en grupo y desarrollo científico de Valeo. El auto incluso podría entender si un pasajero acaba de ir al gimnasio y por lo tanto ajustaría la temperatura de la cabina.
De manera similar, Bosch, un importante proveedor alemán de autopartes, cree que los autos terminarán por ser compartidos en vez de tener un solo dueño, y por eso la empresa está trabajando en sistemas que permitirán a los vehículos personalizarse de modo automático.
Un escáner ocular, la huella digital o una conexión por medio de un teléfono inteligente dará la señal al vehículo de quién está entrando para que el auto pueda ajustar de forma automática el clima, la posición del asiento, las estaciones de radio favoritas y otros atributos.
“En teoría, suena genial que pueda leer correos electrónicos en la ventana de mi auto, ¿pero de verdad queremos hacerlo? Un auto debe mantener el ADN de la marca a pesar de que sea totalmente autónomo”, dijo Hakan Kostepen, director de innovación de sistemas automotrices de Panasonic.
Fuente: clarin.com
Tomada de: NeoAuto